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El conocimiento de los cambios culturales que van sucediendo entre generaciones como señas de identidad de una sociedad en continuo cambio parece alejado y difícil de abordar para los primeros años de la educación. Por ello, nos planteamos situaciones en las que el alumnado se implique y actúe con el fin de construir saberes acerca de otras formas de vida en tiempos ancestrales. En el siguiente proyecto de investigación veremos cómo es posible acercar el Patrimonio, del tipo que sea, de la época que sea, al alumnado de Infantil (pero trasladable, y podemos dar fe, a Primaria y Secundaria). La interdisciplinariedad, el trabajo en equipo, la conexión entre investigadoras/maestras e investigadoras/arqueólogas. La innovación en la puesta en marcha de estrategias aplicadas a la educación patrimonial: viviremos una experiencia, maestras y alumnado, que no se olvidará jamás.
Alfonso Ramírez Contreras
Mª Gracia Moya Méndez
Julia Cañada Higueruelo CEIP Gloria Fuertes, Jaén
“…el niño tiene necesidad de una mirada valorativa y de vivir en un contexto educativo, en una escuela que es lugar de investigación en tanto lugar de aprendizajes y creación de conocimiento; una escuela como lugar donde los sistemas simbólicos y de valores de la cultura y la sociedad, de las culturas y las sociedades, sean realizados, interpretados, creados y recreados por los niños y los adultos juntos: una escuela que sólo de este modo se convierte en productora de auténtica cultura: LA CULTURA DEL CONOCIMIENTO.”
Carla Rinaldi, Revista In-fan-cia, Julio-Agosto 1998
El legado hallado. Oppidum: la fortaleza ancestral
Por hacer un poco de historia, diremos que es uno de los sitios más emblemáticos de la provincia de Jaén y de los más antiguos, su comienzo se sitúa en el siglo IX, allá por el Bronce Final, y su final en el siglo III a.n.e. Aunque más tarde hubiera una nueva ocupación en época medieval, su período más importante se dio en el período ibero, dejándonos edificaciones y vestigios que ahora nos sirven para contar la historia de aquellas y aquellos que habitaron nuestra zona.
Actualmente, y tras décadas de excavación e investigación por parte de la Universidad de Jaén1, se puede visitar el Sitio así como los restos que lo conforman.
Desde el centro de interpretación, donde tendremos una interesante introducción al mundo ibero en general y al de este Oppidum en particular, hasta la increíble Puerta del Sol (de la que hablaremos largo y tendido más adelante) podremos descubrir cómo eran las edificaciones en este Oppidum ibero. También podremos conocer de primera mano los restos del palacio, así como el urbanismo agrupado en manzanas de casas rectangulares de más de 100m2.
Ritualidad y género. La diosa Betatun
Si hay un espacio que nos llama por encima de todos la atención es sin duda la Puerta del Sol anexa al Santuario Ibérico. Un lugar mágico que nos sirvió de inspiración para realizar este acercamiento a la ritualidad y al género desde la perspectiva histórica y patrimonial local.
Pero, ¿quién es Betatun?
Betatun es el nombre que se relaciona con la deidad femenina adorada en la zona. Está representada por un betilo o piedra sagrada con rasgos ginecomorfos, que la arqueología vincula a la ritualidad relacionada con los cambios de estación, especialmente los equinoccios de primavera y otoño. Desde hace unos años, investigadoras en arqueología ibérica realizan durante los días en los que sucede el equinoccio la observación del sol y su incidencia en el betilo. Este es bañado con los rayos del sol por completo, dando paso a una nueva estación. La simbología nos lleva a pensar en ese cambio que sucede con los primeros rayos de sol que abandonan el invierno para abrazar a la primavera: es el tiempo de sembrar, de dejar atrás el frío y de cambiar hábitos para una futura nueva cosecha veraniega. Todo ello lo dicta Betatun con su baño de sol. La explicación de los cambios en el mundo antiguo, la observación del medio que nos rodea, la ordenación de tareas, la adaptabilidad al terreno, clima y sociedad; valores y conceptos que se perpetúan en el tiempo y que tienen su origen en el principio de los tiempos.
Y nosotras lo vamos a trasladar al aula para ver qué hipótesis genera en nuestro alumnado.
¿Cómo hacemos lo que hacemos? Metodologías e interdisciplinariedad
Así, el marco metodológico en el que se ha movido este trabajo de investigación/acción es la auto-etnografía, hemos utilizado como fuente principal de información nuestra propia experiencia, en otras palabras: el informante fundamental de esta tesis soy yo. Y es autoetnografía, no solo porque somos, junto al alumnado, el objeto/sujeto de estudio, al ser nuestra experiencia la que utilizamos como información, sino porque es nuestro objetivo construirnos más allá incluso del perfil profesional (Strauss, A. y Corbin, J. 2002).
Recordando las palabras de Cliford Geertz (1989) estamos más al lado de los discursos «literarios» que de los «científicos», y consecuentemente, he(mos) “renunciado a un ideal de explicación basado en leyes y ejemplos para asumir otro basado en casos e interpretaciones, buscando menos la clase de cosa que conecta planetas y péndulos, y más esa clase que conecta crisantemos y espadas” (Geertz, 1994: 31).
Así, unidas a las metodologías actuales de la educación infantil incluimos una aportación más: la autonarración que nos permite obtener conclusiones sin limitar la investigación a una mera recogida de datos y sus análisis (Bolívar, 2002: 3).
El relato. Desde el misterio, investigamos
Recibimos un paquete misterioso con una carta en la que se indicaba que contenía un betilo, advirtiendo de que se podía tocar al haber sido investigado y descubrir que no era una pieza arqueológica. El interés por desvelar qué se encontraba en la caja, con la única pista de una palabra desconocida para el grupo, aumentó el deseo de averiguar el contenido. Surgieron dudas sobre el modo de abrirlo: ¿será peligroso?, ¿se escapará?, ¿será frágil…? Y decidieron que primero debían conocer el significado de “betilo”. Buscando en internet leyeron que era una piedra sagrada e imaginaron cómo sería: tiene mucho tiempo, poderes, está en los dioses, los dioses ponían letras y caras, hay muchos tipos de piedras sagradas lisas, con dibujos… Ya teníamos nuestra propia diosa ibera, ahora deberíamos encontrar el lugar más apropiado de nuestro colegio y situarla según la cultura ibera.
Las restricciones sanitarias nos impedían salir a conocer de primera mano el lugar sagrado de la diosa Betatun en el Oppidum del Puente Tablas, teniendo que recurrir a las visitas virtuales que, en un gran grupo de nuestro alumnado, se convirtieron en presenciales en compañía de sus familias. Con la información que tenían, recorrieron el colegio poniéndose en la piel de las iberas y los iberos, pensando qué lugar hubieran escogido en su época, descartando suelos de asfalto, de baldosas contemporáneas, pistas deportivas… Seleccionaron el terreno de arena y piedra junto al patio del recreo.
Queríamos dar un paso más en la recreación del espacio sagrado. Alfonso Ramírez les invitó a construir una puerta del sol con un mensaje firmado por él, que acompaña al grupo desde los 3 años en diferentes propuestas sobre la cultura ibera, los Museos de nuestra localidad, la ciudad ibero-romana de Cástulo… Después de leerlo y aceptar el reto decidieron que necesitaban conocer muy bien cómo es, en qué lugar estaba situada, la finalidad de su construcción…
Como docentes nos planteamos la construcción de la puerta del sol como una propuesta muy enriquecedora que permitiera al alumnado enfrentarse con emoción y autonomía a este reto, en un largo camino lleno de dificultades y errores que les ayudara a actuar más allá de sus conocimientos actuales, arrojando finalmente su desarrollo con éxito. Así, comenzamos a ver algunos vídeos, fotografías, consultar bibliografía, leer artículos en internet…, descubriendo que la puerta debía ser más alta que el betilo y necesitaban piezas “como de ladrillo de piedra”. Realizaron las primeras construcciones con piezas encajables del aula, encontraron dificultad para sostener el equilibrio y cómo unir los dos pilares de la puerta, que solucionaron situándolas “en escalera” (Andrés).
Pensaron que este material no era el más adecuado, poco estable, ya no podrían disponer de él para jugar… querían algo que fuera más perdurable, y se decidieron por ladrillos. Al día siguiente, Guillermo trajo dos modelos de la obra de su abuelo. Pensaron que al ser uno más alto que otro no era posible utilizar ambos, se “caería hacia un lado”. Eligieron el más alto que dibujaron para indicar cuál se tendría que usar. Ya teníamos con qué construirla, pero necesitábamos conocer la cantidad de ladrillos para el tamaño acordado. Nuevas dudas, no es lo mismo situarlo de pie que tumbado…
Unas cajas fueron el modelo de altura de la puerta, ahora necesitábamos conocer el número exacto de ladrillos. Tenían la unidad de medida, el ladrillo, y la longitud total. En sucesivas aproximaciones sobre cómo medir, llegaron a la conclusión de ir colocando el ladrillo sobre la caja marcando una línea cada vez que lo utilizaban para calcular. También eligieron un tubo de cartón para determinar la anchura de la puerta. Así amplían sus saberes sobre la magnitudes continuas, descubren el sentido real de la unidad de medida, poniendo en marcha estrategias primitivas que desechan para adquirir otras nuevas más evolucionadas.
Medir el tiempo, observar su paso
“El placer de aprender, de conocer y de entender es una de las primeras y fundamentales sensaciones que cada niño espera de la experiencia que afronta solo, con sus coetáneos o con los adultos”
Loris Malaguzzi
Recordaron la importancia de recibir los rayos del sol, cualquier sitio no era válido y necesitaban consensuar cuál sería mejor. Para ello, durante varios días y en diferentes franjas horarias estuvieron observando cómo varían las sombras. Si la instalaban muy cerca del muro la reja tendría muy pocas horas de sol, si la alejaban un poco más, después del recreo, el betilo recibía sus sombras…, así fueron probando hasta decidir que a las 13h le daría el sol por completo. Aún nos quedaba algo importante, conocer el lugar exacto para que al betilo no le diera ninguna sombra el día del equinoccio de primavera. Nuevas hipótesis que deberían comprobar el 21 de marzo para marcar el lugar exacto del betilo y la puerta del sol con el fin de que el abuelo de Guillermo la construyera definitivamente con el plano diseñado. Durante varios días antes observaron y cambiaron la situación de la puerta hasta conseguir con éxito su objetivo.
El ritual sagrado ibero
“Todas las cosas cambian,
nada será mañana como es hoy
No eres sólo donde están tus zapatos, sino también donde están tus sueños”
Bengt Berg
Recibimos la invitación al ritual de la diosa Betatun en una ”piedra” con inscripciones de letras picudas emulando a las iberas… …para despertar la motivación, para preparar todo lo necesario, para celebrarlo como en tiempos iberos. Elaboramos unos exvotos entre lo ancestral y lo contemporáneo, trocitos de papel con los mejores deseos escritos plantados con semillas.
El día del equinoccio de primavera se acercaron para ofrecerlos a nuestra diosa abrazada por la luz solar (en el horario acordado), con la esperanza de verlos cumplidos. Son conscientes de que su responsabilidad es regar con frecuencia para que florezcan las semillas, al igual que actuar para hacer realidad sus deseos y que la magia de los rituales está en cada persona.
En el ritual invitamos a los personajes del cuento “Las aventuras de Iltir y Belasia”, asistiendo al emotivo relato de sus historias en el que iban cobrando vida cada uno de ellos durante la puesta en escena, en el mejor entorno, junto a nuestra diosa, la puerta del sol y el equinoccio de primavera.
Conclusiones y propuesta
“La ciudad es un complejo nido de historia y vida en continuo cambio; y también en continuo coloquio con los niños”
Loris Malaguzzi
Este proyecto implicó al conocimiento de nuestra ciudad al recorrer sus calles, desde las más contemporáneas, del barrio en el que habita el alumnado, hasta las construidas por los primeros pobladores, interesándose por el modo de vida en épocas tan lejanas. Una propuesta en la que, no solo se ha integrado las áreas formales del currículum2, sino que además han conocido diferentes áreas: Historia, Matemáticas, Lengua, Arquitectura, Ciencias Naturales, Arte… Comprobando que cuando los aprendizajes son vividos con emoción perduran y se convierten en estructuras robustas para otros nuevos. Durante todo el proceso observamos cómo los recuerdan, se basan en los conocimientos adquiridos, las ideas erróneas son fuente de nuevas hipótesis para construir saberes, las aportaciones individuales van construyendo aprendizajes sociales…
La creación del escenario perfecto es fruto de horas de trabajo, dedicación y quebraderos de cabeza por parte de las maestras: no hay nada al azar, todo está milimetrado, todo tiene un porqué, cada una sabe lo que tiene que hacer… pero hay que estar preparadas; en cualquier momento los focos de atención del alumnado pueden cambiar, despistarse y para ello hay que tener un plan B, estrategias de de formación del plan, inteligencia emocional suficiente para no frustrarse y caer en el agobio. El trabajo por proyectos es así de emocionante e intenso. Ellas y ellos mandan y nosotras acompañamos en el proceso de enseñanza aprendizaje.
En cuanto a su relación con la cultura ibera, la sienten como propia, como una herencia biográfica que formará parte de su identidad personal. Como ejemplo, la llamada de atención de las niñas y niños a sus progenitores: a veces, podemos ver a las familias realizando una parada en sus paseos para contemplar a la diosa de nuestro patio, como un ritual en que los mejores recuerdos y los deseos se entremezclan en un diálogo entre lo terrenal y lo sagrado. Otras veces recibimos comentarios y fotografías de las visitas que realizan a los museos, en la que ellos y ellas son los protagonistas actuando como guías durante el recorrido de sus salas.
Nuestro sueño continúa. ¿Siguiente parada? Diseñar nuevas propuestas que contribuyan a que los niños y niñas sean testimonio de sus vivencias culturales, difundiendo nuestro Patrimonio desde la emoción de sentirlo propio y con la responsabilidad de mimarlo para contribuir a su mejora y conservación.
1 Fundamentalmente a través del Centro Andaluz de Arqueología Ibera que más tarde sería Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica a partir de 2012.
2 Conocimiento de sí mismo y autonomía personal, conocimiento del entorno, lenguajes: comunicación y representación.
Bibliografía
– Aguilar, B., Lainez, M.C., Moya, G. (2018). “LA CULTURA IBERA. Una mirada desde la infancia”. Enfoques Educativos. Jaén.
– Bolívar, A. (2002). “¿De nobis ipsis silemus?” Epistemología de la investigación biográfico-narrativa en educación. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 4 (1). Consultado durante de febrero de 2021 en: http://redie.uabc.mx/redie/article/viewFile/49/91
– Geertz, C. (1994). Conocimiento local. Ensayos sobre la interpretación de las culturas, Barcelona: Paidós.
– Orden de 5 de agosto de 2008, por la que se desarrolla el Currículo correspondiente a la Educación Infantil en Andalucía. Consultada en https://www.juntadeandalucia.es/boja/2008/169/3 en marzo de 2021.
– Ramírez, A. (2018). «Las aventuras de Iltir y Belasia». Editado por Patrimonio y Educación para la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Jaén.
– Ruiz, A. y Molinos, M. (2017). Catálogo de la exposición “la dama, el príncipe, el héroe, la diosa”. Editado por la Junta de Andalucía.
– Strauss, A. y Corbin, J. (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Medellín: Universidad de Antioquía.